lunes, 30 de julio de 2012

The Heart Never Lies Capítulo 16

Capítulo 16.- Confesando.

         El sonido de un  despertador me despertó aquella mañana. Me estiré y alargué el brazo para pararlo, pero no estaba donde lo solía dejar. Se me había olvidado que estaba en casa de Miriam, y el despertador estaba en el otro lado, don de dormía Doug. Me giré y le contemplé, estaba revolviéndose. Sonreí mientras pasaba la mitad de mi cuerpo por encima del suyo para agar el reloj. Lo paré y abrió los ojos.
         -Buenos días… -me susurró con una sonrisa.
         -Buenos días- dije dándole un pequeño beso, no había necesidad de aguantárselo.
         -Me encanta despertar así.
         -Te voy a durar poco, tengo que ir a trabajar- dije levantándome y vistiéndome.
         -¿En serio?
         -Sí, no todos somos estrellas del rock como tú.
         -También trabajo, pero lo mío es más seguido.
         -Lo sé.
         -Quédate la camiseta puesta- dijo cuando me la iba a quitar.
         -Sospecharán…
         -Sencillamente me da igual, entre antes lo sepan mejor.
         -Bueno vale… ¿Pero qué te vas a poner tú?
         -La chaqueta, me la brocho y listo.
         Le di un último beso antes de salir por la puerta pero Miriam abrió la puerta en ese momento.
         -Upps… Os dejo solos- dijo y cerró la puerta. Ambos nos reímos.
         -Definitivamente no vamos a durar nada- dije yo.
         -Es demasiado difícil teniéndote cerca.
         -Tampoco es que tú me lo pongas fácil.
         -Vale, veo que tienes recursos para contraatacar.
         -Claro que sí. Bueno, creo que es hora de explicárselo a Miriam.
         -Vale, venga vamos- dijo incorporándose de la cama. Le cogí la mano y fuimos al salón, dónde estaba Miriam sentada en el sofá. Sonrió al vernos.
         -Sabéis que lo sabía ¿no? Bueno, todos lo sabíamos.
         -¿El que sabíais?- pregunté mientras Doug y yo nos sentábamos a su lado.
         -Que acabaríais juntos. Y no os daba más de una semana.
         -No se lo digas a los chicos, ¿vale?
         -¿Por qué?
         -Queremos ver cuanto tardan en darse cuanta y cuanto aguantamos disimulando.
         -Vale, yo no se lo diré. Pero me da a mí que lo tenéis difícil.
         -Si se enteran antes mejor que mejor- dijo Dougie.
         -Fue tu idea, te lo recuerdo.
         -Bueno, creo que algunas tenemos que trabajar a pesar de todo- dijo mi amiga mirándome.
         -Sí, yo ya estoy lista.
         -¿Te dejamos en algún sitio Doug?
         -Si no os viene muy mal en casa de Tom.
         -Si salimos ahora nos da tiempo.
         Nos pusimos en pie, Doug se puso su chaqueta y pusimos rumbo a casa de Tom. Cuando Doug bajó se asomó por la ventanilla y me dio un último beso antes de entrar en la casa de mi amigo.
         -Me alegro mucho de que al fin hayáis dado el paso. Se os ve felices.
         -Lo estamos intentando, pero sí, se puede decir que la vida me vuelve a sonreír.
         -No sé si eres consciente, pero eres la chica más envidiada de todo Londres.
         -Posiblemente.
         -En la redacción di que te la has comprado, la camiseta quiero decir. No creo que quieras contar que el mismísimo Dougie Poynter te ha dado su camiseta porque estás saliendo con él. Hay un montón de fans y esa camiseta es muy conocida en él.
         -Entendido.
         Cuando llegamos a la redacción pude comprobar que había más fans de las que parecía. No sabía como podía ser un grupo tan conocido y yo conocerlos de tan poco. Pero había conseguido lo que ninguna conociéndolos, ser la novia del famosísimo Dougie Poynter, aunque quizá el adjetivo de novia venía muy grande a lo nuestro, pero parecía que en cuanto supiesen de lo nuestro me matarían si pudieran. Iba a ser difícil pero no siempre es fácil, al menos no tanto como en las películas, la vida real era muy complicada.
Había prácticamente acabado ayer la entrevista a McFly, solo quedaban los últimos retoques para que fuera perfecta. Era una revista semanal que hablaba de todo un poco, y había bastantes trabajadores por lo que el trabajo se repartía bastante.
         El día acabó pronto y Miriam me llevó a casa de Tom a la hora de comer. Tenía que conseguir una casa y un coche como fuese, últimamente no hacía más que depende de todo el mundo.
         Abrí la puerta de casa y pasé cerrando de un portazo.
         -¡Chicos ya estoy en casa!- grité y me dirigí a la cocina. Tom, Gio y Doug estaban sentados en la mesa. Al lado de Doug había una silla vacía y un plato de pasta.
         -Hola, ¿qué tal os ha ido el día?- pregunté mientras me sentaba.
         -Bien, Doug y yo hemos estado componiendo algo- dijo Tom con indiferencia-. ¿Y a ti?
         -Bien, ya he acabado vuestra entrevista. La he dejado lo mejor posible- dije sonriendo, no podía quietarme la sonrisa de la cara teniéndole allí a mi lado.
         -Genial- dijo Tom.
         Al mirar hacia la mano de Gio vi que un anillo con una piedra preciosa brillaba en su dedo anular. La miré a la cara y sonreía como lo estaba haciendo yo.
         -¡Felicidades! Me alegro muchísimo de que os vayáis a casar.
         -Gracias- dijeron los dos.
         -La verdad es que no contaba con que me dijera que sí- dijo Tom.
         -No seas tonto, claro que lo haría, aunque me lo hubieras pedido en un burger.
         -Te quiero- le dijo Tom y se dieron un suave beso.
         Doug y yo nos miramos, y con esa mirada bastó para saber que era inútil seguir ocultándolo, que ya lo sospechaban.
         -Oye, ¿te puedo hacer una pregunta?- me dijo Tom observándome detenidamente.
         -Sí, ¿por qué no? Lo acabas de hacer- todos rieron pero él prosiguió.
         -¿Por qué llevas la camiseta de Doug?
         Eso me pilló desprevenida, tanto a mí como al aludido. Sabíamos que ocurriría, pero no podíamos saber que iba a ser ahora. Me tragué el trozo de pasta que tenía en la boca antes de contestar.
         -Pues…- pero Dougie me interrumpió girando mi cara y besándome.
Un beso lento y largo, demasiado teniendo en cuanta que estábamos siendo observados, pero parecía que a él no le importaba, y a mi tampoco. El resto dejó de existir, ya solo estaba él.
         Nos separamos y ambos sonreímos.
         -Así que… ¿Estáis juntos?-ambos asentimos, podría decirse que sí que estábamos juntos-. ¡Me alegro muchísimo por vosotros! Estaba visto que pasaría, ya os tocaba ser felices.
         -Gracias- dijimos nosotros.
         -Parecía que no ibais a dar el paso nunca- dijo Gio.
         -Nos conocemos desde hace cinco días, además, estamos intentándolo- le aclaré.
         -Pero si hay amor da igual el tiempo del que os conozcáis.
         -Eso es verdad.
         -Además, creo que deberíais saber esto- nos dijo Tom tendiéndonos una revista abierta.
         La cogí y la observé detenidamente. “¿Dougie Poynter tiene nueva novia?” ese era el titular, y una foto nuestra sonriéndonos en grande de aqule día de la fiesta.
         -Creo que era lógico que pasaría- dijo Dougie-. ¿De Danny no dice nada?
         -Sí, pero pone que es normal verle acompañado de chicas distintas aunque ninguna es novia oficial.
         El artículo señalaba que tras la crisis por la ruptura de este con Frankie, parecía que había encontrado nueva novia. Además, añadían quien era yo.
         -Ya sabes que son solo rumores-añadió Tom.
         -Rumores que son ciertos- dijo Doug-. Esto solo complica un poco el hecho de que salgamos a la calle ahora que te conocen a ti. Probablemente vayan a preguntarte.
         -¿Y qué les digo?
         -La verdad, nosotros no solemos ocultar las relaciones, es mejor así.
         -Vale.
         Recogimos la mesa tras terminar de comer y nos fuimos al sofá del salón a ver una película. Me senté al lado de Doug y él pasó un brazo por mis hombros. Tom regresó con Gio de la mano y se fue a la estantería a buscar alguna película.
         - ¿Queréis ver Harry Potter?
         -Adoro Harry Potter, por supuesto que sí- dije y el resto asintió.
Tom puso la película y la empezamos a ver todos juntos, pero sobre la mitad de la película llamaron al timbre.
         -Como siempre, tan oportunos…-dijo Tom levantándose mientras paraba la película.
         -¡Venimos a montar una fiesta para celebrar vuestra boda!- dijo Danny con gran alegría entrando en el salón seguido de Harry.
Tom cerró la puerta y Harry y Danny se nos quedaron mirando a Doug y a mí.
         -¡Lo sabía! Parece que entonces vamos a tener que celebrar más cosas.
         -Pues la fiesta va a tener que esperar, estábamos viendo Harry Potter.
         -Pues nos quedamos a verla- dijo Harry colocándose al lado de Doug y Danny a mi lado.
         -Veo que se acabó la intimidad…- me dijo Doug al oído, pero aún así ellos lo escucharon.
         -Estabais vosotros muy felices de tarde de parejitas, pero yo era tu pareja antes de que apareciese Ashley- le dijo Harry revolviéndole el pelo.
         -Y yo besé a Ashley antes que tú- le dijo Danny, Dougie le fulminó con la mirada y luego rió.
         -Eso es mentira, yo la besé antes, y los dos lo sabemos.
         -Chicos venga, que está roja- dijo Gio interviniendo, dándose cuenta del rubor de mis mejillas.
         Doug me miró, le sonreí y tras acariciar una de mis mejillas se acercó a mí para besarme, peor Danny y Harry lo impidieron.
         -Nada de parejitas esta tarde.
         -¿No es eso lo que veníais a celebrar?
         -Sí, pero eso os lo reserváis. Gio ven aquí, que no os vais a quedar tan tranquilos vosotros dos.
         Me cambié el sitio por Gio y me quedé al lado de Tom, apoyada sobre su hombro.
Otra vez viene la pesada de la escritora a comentar. Lo primero, espero que os guste el capítulo aunque no es gran cosa. Tenía que agradeceros todos los comentarios, porque fueron 4 en el blog y uno en twitter y sfbsdkgbjdf, que os dije que si veía 3 hacía un esfuerzo y os lo subía ayer, y lo intenté, pero cuando me fui me quedaba una hoja por copiar, así que os lo dejo hoy y ya no subo hasta mañana. Ya sabéis, 3 comentarios y subo cuanto antes. Os quiere @DearWeirdMaria pequeños polluelos.

sábado, 28 de julio de 2012

The Heart Never Lies Capítulo 15.

Capítulo 15.- Declaraciones.

         -Sí- dije sonriéndole. Tenerle allí me hacía feliz a la vez que me hacía sufrir.
         -Tenemos solo un rato, cuando las cosas estén listas nos vamos.
         -Es tiempo suficiente, seguro que lo coges muy rápido.
         -Oye, ¿cómo es que no has venido a comer?
         -Estaba preparando vuestra entrevista y la verdad es que he tardado bastante.
         -Era tu primera vez, así que creo que es normal. ¿Qué tal ha salido?
         -Creo que bien, espero que mucha gente la compre.
         -Esperemos que sí.
         -Bueno, vamos a empezar que tenemos poco tiempo.
         Le estuve enseñando las notas en el piano y le enseñé una pequeña melodía que él conocía. Era sencilla, pero aún así no se le daba mal.
         -No se te da nada mal.
         -Gracias, pero aún así esto era fácil. Yo quiero hacer lo que haces tú.
         -Eso también es fácil, solo tienes que sentir.
         -¿Sentir?
         -Sí, haz lo que sientas, la música hablará por ti, como en cualquier instrumento.
         Él en un principio vaciló, pero luego puso los dedos en las teclas, y con cuidado fue tocando una melodía, pero enseguida se paró.
         -¿Por qué has parado? Lo estabas haciendo muy bien.
         -Por qué esto no es lo que siento.
         -¿A no?
         -No.
         -Pues haz lo que sientas.
         Entonces él levantó las manos del piano, llevó una a mi cara y juntó nuestros labios. Al principio me quedé asombrada, pero luego cerré los ojos y me dejé llevar por aquel beso que tanto había deseado, el beso más tierno que me habían dado nunca.
         Nos separamos lentamente y nos miramos a los ojos. No sabía que decir, ni que hacer, le quería pero el miedo me volvió a asaltar.
         -Chicos, Tom ya lo tiene todo preparado y Gio llegará en cualquier momento…-nos vio cerca y mirándonos a los ojos y decidió marcharse-. Os espero abajo.
         -Creo que nos deberíamos ir.
         Él solo asintió, pero su expresión era triste y ausente. Fui una estúpida al decir eso, lo sabía, pero ¿qué iba a decir si no? Tarde o temprano tendría que enfrentarme a la realidad, no podía hacer como si nada cada vez que me besara.
         Todo el camino a casa de Miriam estuvimos callados, yo estaba pensando. ¿Qué hacía? No tenía ni idea, le quería y quizá lo mejor era llevarme por el corazón aunque fuera lo más doloroso.
         Cuando llegamos Miriam pidió una pizza y cenamos también en absoluto silencio. En cuanto acabamos nos fuimos a dormir, no teníamos ganas de nada más. Cuando Miriam le mencionó a Dougie lo de la cama dijo que dormía en el sofá, pero le insistí para que durmiera en la cama conmigo, y al final accedió, aunque ambos sabíamos por qué no era bueno aquello.
         Entramos en la habitación y cerré la puerta a mi espalda. Dougie se empezó a desnudar hasta quedarse en boxers. Si dormía así la noche iba a ser mucho peor de lo que esperaba.
         -¿Vas a dormir así?
         -Sí, o duermo así o desnudo, tú eliges.
         -Dejémoslo así…
         Estaba demasiado sexy, bueno, lo era, era perfecto, podidamente perfecto. No había podido evitar enamorarme de él.
         -Toma- dijo tirándome la camiseta mientras se tumbaba en la cama-. Duerme con eso, imagino que no querrás dormir en vaqueros.
         Asentí y me empecé a desnudar delante de él, supe que me observaba mientras lo hacía porque cuando le miré desvió la mirada. La camiseta también me estaba bastante larga, pero esta me cubría solo hasta los muslos, dejando el resto de mi pierna al descubierto. Me tumbé a la cama y él se dio la vuelta para contemplarme en cuanto lo hice.
         -¿Vas a ignorar lo que ha pasado antes como la noche de la borrachera?
         Directo al grano, no pensaba que lo fuese a mencionar esa noche precisamente.
         -Pensaba que no te acordabas de ello- me justifiqué.
         -Claro que me acuerdo. ¿Por qué a Danny sí?
         -¿Ya estás con el tema Danny? ¿Fue eso lo que te molestó el otro día verdad?
         -Sí.
         -¿Acaso no hablaste con él?- Habíamos pasado de estar tumbados a sentarnos en la cama, mirándonos a los ojos fijamente.
         -Claro que hablé con él.
         -¿Entonces? Ni le correspondí al beso ni me gusta él, ya se lo dije en su momento, le dije que a mi me gustabas tú, tú y no otro- dije en un arrebato por soltarlo todo, pero enseguida me arrepentí.
         -¿Es verdad?
         -Claro que es verdad, no voy diciendo estas cosas así porque sí, además ¿no te lo había dicho Danny?
         -Sí, pero no me lo creía.
         -¿Tan difícil es de creer?
         -Me cuesta creerlo, sobretodo teniendo en cuenta lo de antes.
         -Es que tengo miedo Dougie.
         -¿Miedo de qué?
         -De no ser suficiente para ti y que me dejes, miedo de que me pase como con  Jerry.
         -Yo también lo tenía, pero me enamoré y ya me da igual- dijo acariciando mi cara.
         Yo me puse roja enseguida, pero me aparté, no, no podía ser bueno esto.
         -Mira, creo que lo mejor es olvidar todo esto.
         -No me da la gana olvidarlo. Me quieres, yo te quiero, ¿qué problema hay?
         Yo no dije nada, me había obligado a mirarle a los ojos y quedé atrapada por ellos inmediatamente. Había muchos problemas, pero sencillamente todos daban igual si le tenías a él al lado.
         -Lo que suponía- dijo cuando vio que no respondí y me besó.
         Me besó con urgencia, como intentando que no me separara de aquel beso, pero yo ya estaba atrapada entre sus labios, no podía separarme, solo podía responder de la misma forma, deseando que aquel momento no acabase nunca. Pero sabía que no podíamos besarnos y olvidarnos de todo, teníamos que solucionar esto, y besarnos cada vez sin decir nada no era la solución. Dougie se separó, dejándome a mí sin aliento, jadeando contra sus labios.
         -Podemos intentarlo, ya sabes, ver si funciona, porque no puedo soportar tenerte cerca y aguantarme las ganas de besarte.
         -Entonces… Podemos intentarlo- dije con una sonrisa. Él sonrió conmigo y se tumbó, yo me tumbé a su lado, apoyé la cabeza sobre su pecho. Él acariciaba mi pelo y yo su abdomen.
         -¿Sabes? Creo que deberíamos intentar ocultar esto, que lo estamos intentando quiero decir.
         -¿Por qué?
         -Quiero ver cuando se enteran los chicos por ellos solos, y cuanto tardan en acorralarnos.
         -Sabes que eso va a ser muy difícil ¿no?
         -Lo sé, pero es una especie de prueba, aunque no creo que duremos mucho.
         -Yo tampoco.
         -Oye, si sigues haciendo eso…
         -¿No te gusta?
         -Demasiado, ese es el problema, que Willy se va a despertar- dijo mirando sus boxers negros.
         -¿Le pones nombre a tu pene?
         -Sí, se llama Willy, algún día te lo presentaré, ya sabes- dijo levantando las cejas, yo no pude evitar reirme-. Y al final acabaré poniendo nombre a tus tetas.
         -¡Eh! ¿Eso no debería hacerlo yo?
         -Sé que no lo vas a hacer, el día que me las presentes las pondré nombre.
         -¿Y que te hace pensar que te las voy a presentar?
         -Pues que ya has caído en las redes de Poynter nena, no podrás salir.
         -Puedo salir si quiero.
         -¿A sí?- dijo levantando las cejas.
         -Claro- dije e hice el intento de separarme de él, pero me agarró evitándolo, acercándome mucho a él.
         -No quiero que te vayas, no te dejaré hacerlo.
         Sonreí y volví a tumbarme a su lado.
         -Creo que deberíamos dormir, estoy agotada.
         -Yo también estoy un poco cansado, no es lo mío levantarme pronto después de una resaca.
         -No tenías que haber bebido.
         -Tú tampoco te quedaste atrás.
         -Quería ver si te echabas para atrás.
         -Yo esperaba que no pasases de la segunda copa.
         -Pues ya ves que no.
         -La próxima vez te prometo no beber tanto.
         -¿Habrá próxima vez?- pregunte, repitiendo la pregunta que me hizo él la última vez.
         -Puede.
         -Sabes que nunca lo cumplimos, pero se puede intentar- el asintió-. Buenas noches- dije acomodándome para dormir.
         -Buenas noches- dijo él antes de que yo cayera en un profundo sueño.
Ya está aquí la pesada de turno comentando al final de cada capítulo. Bueno, sé que no había 3 comentarios pero bueno, la razón es no haceros esperar hasta el lunes que suba si este fic os gusta. ¿Qué os ha parecido el capítulo? Espero que os guste, es más largo que los anteriores como podéis ver. Laura (perfectlyjones) aquí tienes lo que estabas esperando que querías que pasara ya ya ya, bueno y supongo que todas, tocaba un poco de felicidad en el fic pero bueno, os aviso que no siempre va a ser así, pondré complicaciones y cosas para que no sea un fic de estos chachi piruleta superaburrido. Bueno, COMENTARIOS que me hacéis felices polluelos, ya sabéis que entre más vea, antes subo, y si veo 3 pues mañana hago un esfuerzo, lo copio y lo subo. Os quiere @DearWeirdMaria a ritmo de Corrupted polluelos.

jueves, 26 de julio de 2012

The Heart Never Lies Capítulo 14

Capítulo 14.- Confusiones.

         -Vamos, despierta Ash
         Fue lo primero que escuché aquella mañana. Abrí los ojos lentamente y vi a Miriam allí en frente mía. Otra vez me dolía la cabeza demasiado.
         -Vamos, hoy es la entrevista, toma- dijo dándome una taza de café con una pastilla al lado.
         Me incorporé y me tomé la pastilla acompañada de un trago de café.
         -¿Qué hora es?
         -Las 7 y media, te quedan quince minutos para que cojamos el coche- resoplé.
         -No tenía que haber bebido tanto…
         -Dougie está igual que tú, ¿cuánto bebisteis?
         -Mucho, no creo que sepa contar cuanto.
         -Ya lo veo… Pero, ¿qué pasó? Me puse a bailar con él y después de mirar hacia donde estabais vosotros se fue. Cuando yo miré ya te habías ido.
         -Lo que pasó fue que Danny me besó y él lo vio.
         -¡¿Cómo?!- dijo gritando.
         -Shh… No grites. A ver, me besó y tras el beso me preguntó que sentía, y le dije que yo quería a Dougie. Para ninguno significó nada, solo quería que lo admitiera y me lanzara.
         -Y Doug no te creyó.
         -No me dio tiempo a explicárselo.
         -Ideal, ya verás como te sale la entrevista de hoy.
         -¿Por qué?
         -¿De verdad necesitas preguntarlo? Doug y Danny estarán picados y se te va a ir de las manos.
         -No seas gafe, espero que no sea así.
         -Bueno toma- dijo tendiéndome algo de ropa, unos vaqueros azules y una camiseta negra de manga corta con dos o tres botones ancha-. Para que te cambies, los zapatos ponte esos, irás perfecta.
         Asentí y me cambié de ropa. Recogí mi pelo en una coleta alta y me volví a calzar los tacones, aunque la verdad, no tenía muchas ganas de acabar con dolor de pies otra vez. Cuando estuve lista Miriam y yo nos montamos en el coche y pusimos rumbo al trabajo. Iba a ser un día movido, pero no me podía imaginar cuanto.
{POV Dougie}
         -Doug despierta, hoy tenemos la entrevista.
         Eso fue lo que me despertó, la voz de Tom acompañada de la risa escandalosa de Danny. Danny… No comprendía como me había traicionado de esa manera, él sabía que me gustaba y la había besado. Lo peor fue ver su sonrisa al final y aquel beso en su mejilla. Me dieron ganas de matar a Danny en ese momento. Pero lo mejor era no remover el pasado, haría como si no lo hubiera visto, sí, era lo mejor. Guardaría esto en mi interior e intentaría olvidarme de ella para que fuese feliz con Danny. Aunque eso fue lo que intenté la última vez y no me salió bien. Sabía que enamorarme otra vez era un error, pero ya estaba hecho, no había vuelta atrás.
         -¿Podéis dejarme un rato a solas con él?- les dijo Danny a los demás cuando vio que abrí los ojos. Ellos asintieron y salieron cuando me incorporé. No tenía ninguna gana de hablar con Danny.
         -¿Qué quieres Danny?- dije, con tono molesto, frotándome los ojos. No iba a engañar a nadie.
         -Aclarar las cosas antes de que te enfades.
         Tarde Danny, tarde.
         -¿Qué cosas?- pregunté como si no tuviese ni idea.
         -Venga no te hagas el tonto conmigo, sé que lo sabes, que lo viste.
         -¿Qué quieres que te diga? Lo sabías, sabías que me gustaba y aún así la besaste.
         -Lo hice por ti.
         -¿Por mí? Si hubieras pensado en mi no lo habrías hecho, pero claro, es que no piensas ese es tu problema.
         -¡Joder Doug escúchame! La besé y la pregunté que sentía.
         -Vale, ¿me hablas para contarme que estás enamorado de ella y que ella siente lo mismo? Prefiero no escucharlo. Porque ya es tarde para que no sienta nada por ella, no quería que ocurriese como con Frankie y aquí me tienes, enamorado de ella y con uno de mis mejores amigos traicionándome.
         -Te estoy diciendo que me escuches, me dijo que nada, me dijo que le gustabas tú, TÚ, ¿lo entiendes? No yo.
         Yo me quedé paralizado, no sabía si me hablaba enserio o era simplemente una excusa.
         -¿Qué quieres que haga?
         -Pues lanzarte de una vez por todas si no quieres que otro te la quite antes.
         -Bueno déjame pensar y… cambiarme de ropa.
         Asintió y salió de la habitación. Aquello era demasiado para mí en esos momentos. Fui al armario y me cambié de ropa para ir a la entrevista que nos haría la chica de la que me había enamorado perdidamente.
{POV Ashley}
         Llegamos a la redacción de la revista y Miriam y yo nos metimos en una pequeña salita en la que cabíamos todos de sobra. Al poco tiempo Miriam se fue dejándome sola con mis pensamientos.
         Probablemente Dougie estaría despierto y de camino, y no sabía como reaccionaría hoy a lo de ayer. Al cabo de un rato a solas, empecé a oír voces.
         -Vamos chicos, es por aquí- les indicaba Miriam.
         Fueron entrando uno a uno los cuatro por la puerta que mantenía abierta mi amiga. El último en pasar fue Dougie, que llevaba unos vaqueros azules y una camiseta de Zukie de muchos colores. Entró sonriendo, no sabía que podía significar eso.
         -Hola-saludaron todos a la vez. Danny dio un codazo amistoso a Dougie y el resto le miraba levantando las cejas, él rodó los ojos.
         -Hola chicos. Bueno, creo que debo ir empezando- dije, intentando ignorar lo de antes.
         Asintieron y les fui haciendo la entrevista, en la que estuvimos riéndonos la mayor parte del tiempo. Todo se estaba grabando, para luego poder volver a escucharlo y pasar la entrevista a ordenador.
         La entrevista acabó y los chicos se fueron despidiendo de mí. Tras una última mirada a Dougie me dejé caer en el sofá en el que habían estado sentados antes. Parecía que o bien no se acordaba, o bien había hablado con Danny, que era lo más probable.
         -¿Qué tal?- preguntó Miriam entrando.
         -Bien, ha ido bien.
         -No les he visto muy mal, ¿sabes si han hablado?
         -No, pero es lo más probable. Bueno, voy a arreglar la entrevista y pasarla al papel.
         -Vale.
         Ambas salimos de la habitación y nos fuimos a nuestras respectivas mesas a continuar con el trabajo.
         No sé cuanto tiempo estuve con la entrevista, pero sobre las cinco de la tarde acabé de hacerlo todo y se la mandé a la jefa. Había pasado para comer algo con Miriam sobre las dos de la tarde, aunque tampoco comí mucho, no tenía hambre.
         Cuando acabó la jefa de darme el visto bueno al trabajo me fui con Miriam hacia casa de Tom.
         -Oye, gracias por dejarnos tu cas.
         -Te tenía que comentar un pequeño problema respecto a la casa…
         -¿Qué pasa?
         -Que Doug y tú vais a tener que dormir juntos. Solo hay dos habitaciones con camas de matrimonio y el sofá no es demasiado cómodo…
         -No pasa nada.
         Aunque en realidad si pasaba, iba a compartir cama con la persona a la que quería, íbamos a estar a escasos centímetros y ambos sabíamos la atracción que había entre ambos. Pero sería una noche, y todo era por hacer un favor a Tom.
         Entramos en casa, y mientras Miriam se fue a ayudar a Tom con las cosas para la sorpresa de Gio, yo subí a la habitación de la música, a ese pequeño estudio del piano. Me gustaba tocarlo cuando me sentí confusa, cuando necesitaba desconectar. Me senté y comencé a tocar nada en especial, solo la melodía que surgiera cuando alguien entró y se sentó a mi lado.
         -¿Es buen momento para empezar las clases?
PD: ¡Hola polluelos! Bueno, como veis  hoy vengo más tarde con el capítulo pero no he tenido tiempo de subirlo antes. Espero que este capítulo os guste aunque no es gran cosa pero bueno, siempre espero que vosotros tengáis mejor crítica que yo. Quería daros las gracias por comentar, vuestros comentarios me hacen MUY MUY MUY feliz. Mañana no sé si podré subir, porque va a ser un viernes ajetreado. Si subo es por la mañana y ya sabéis que siempre que vea 3 COMENTARIOS, con tres me conformo porque soy así y no me espero mucho más. Y deciros que si subo tanto mañana como el fin de semana es por la mañana y el domingo seguramente no suba porque no estaré en casa, pero os recompensaré. (Algo que decir siempre que twitter no os deje tirados @DearWeirdMaria) Besos polluelos.

miércoles, 25 de julio de 2012

The Heart Never Lies Capítulo 13

Capítulo 13.- Fiesta.

         Miriam, Tom, Gio, Dougie y yo estábamos esperando a que llegaran los otros dos miembros de McFly para ir a la fiesta. Gio se había puesto un vestido rojo y Tom iba con una camisa de cuadros azul. Las palabras sobraban en aquella situación, así que guardábamos todos silencio. Parecía que si sacábamos un tema de conversación iba a acabar con el temita de Dougie y yo, y agradecí que no se hablara de ello.
         Pasados unos minutos de ese cómodo silencio en el que cada uno estaba absorto en sus pensamientos, llamaron al timbre y todos nos levantamos, aunque fue Tom el que abrió la puerta.
         -Ya era hora chicos, os estábamos esperando.
         -Lo siento, algunas fans estaban en la puerta de casa de Harry porque sabían lo de la fiesta- dijo Danny entrando en casa-. Parece que habrá unas cuantas cámaras fuera.
         -Bueno, siempre podemos pasar por la puerta trasera.
         -Ashley no sabía que venías- dijo dándome dos besos-.Estás increíble- dijo mirándome y acto seguido lanzando una mirada a Dougie que no pude descifrar-. Veo que ya tienes pareja.
         -Tú también- le respondió él, incapaz de decir otra cosa.
         -¿A sí? Si yo iba a ir con Harry- dijo poniéndole cara de enamorado a Harry.
         -Sí, tu pareja para la fiesta- dijo señalando a Miriam-. Es Miriam, amiga de Ashley y fan nuestra.
         -Encantado- dijo el pecoso y se acercó a ella para darla dos besos, acto seguido Harry hizo lo mismo-. Bueno Harry, otra vez será cariño- le puso morritos y todos reímos.
         -No me puedo creer que esté viviendo esto.
         -La verdad es que no muchas fans consiguen ir a una fiesta con nosotros el primer día- dijo Harry.
         -Y menos siendo mis acompañantes- Danny, como no.
         -Creo que contigo han ido muchas- espetó Tom.
         -No seas exagerado. Bueno, vamos que si no no llegamos.
         Fuimos fuera y ya había una limusina esperándonos. Era algo a lo que no estaba acostumbrada y Miriam tampoco.
         -¿Vais a todos los sitios en limusina?- pregunté yo.
         -No, en esta fiesta están contratadas, así tienen asegurado que va quien tiene que ir y los fotógrafos lo tienen todo más controlado- me dijo Tom y yo asentí.
         En la limusina el silencio destacaba por su ausencia, Danny se encargaba de mantenernos entretenidos y sin estar callados. Cuando menos lo esperábamos estábamos en la fiesta. Todos llevaban gafas de sol menos nosotras, a pesar de ser de noche, y cuando bajamos lo comprendí, los flashes eran cegadores.
         Los primeros en bajar habían sido Tomy  Gio, que iban agarrados del brazo, luego salieron Miriam y Danny, ella iba también agarrada de su brazo, y creo que de no haber sido así, se hubiese caído, noté el temblor de sus piernas. Antes de que saliera Harry salimos yo y Doug, quien también me ofreció su brazo tatuado y yo se lo agarré. Solo había unas cuantas cámaras, ya que el camino hasta la entrada era corto.
         El espacio dónde discurría la fiesta era amplio, como una discoteca para famosos, en un escenario un DJ pinchaba la música, al lado había una barra.
         -¿Quieres algo de beber?- me preguntó Dougie.
         -Vale- dije y fui con él hasta la barra. Pidió algo y me tendió uno de los dos vasos a mí.
         Sabía que no debía beber mucho o de lo contrario cometería alguna estupidez. Pero tras una copa vino otra, y al final, tras cuatro copas empezaba a estar afectada, aunque no lo suficiente para perder la cordura, al menos eso lo mantenía. En realidad no había bebido tanto, pero aquel líquido, que desconocía que podía ser, afectaba bastante.
         -Venga, vamos a bailar- le supliqué al rubio mirando a sus intensos ojos azules con una sonrisa. Se levantó y comenzamos a bailar.
         Después de un rato bailando alguien me cogió de la cintura y me dio la vuelta, así que dejé de estar bailando con Dougie para ponerme a bailar con Danny.
         -Dime la verdad, ¿estás saliendo con Dougie?
         -¡No! ¿Por qué preguntas eso?
         -Porque sois idiotas, del enano me lo esperaba, pero de ti esperaba algo más de inteligencia. Se ve a la legua que os gustáis.
         -¿Qué quieres que haga? No creo que estemos preparados.
         -Yo creo que sí, solo necesitáis un empujón- dijo.
         Acercó su cara a la mía y me besó. No tuve tiempo de responder, tampoco me moví, me quedé allí petrificada sin seguir el beso, sin saber que hacer. ¿Por qué lo estaba haciendo? Si se refería a eso con el empujón lo estaba arreglando. Me separé de él como pude.
         - ¿Por. Qué. Lo. Has. Hecho? - dije separando las palabras mucho.
         -¿Has sentido algo?
         -¿Qué voy a sentir? Danny, ¡que el que me gusta es Dougie!
         -Eso es lo que quería oírte decir- me dijo con una sonrisa.
         Lo acababa de admitir, había dicho que aquel que me gustaba era el rubio de ojos azules. Le quería, o eso creía, y eso era lo que había querido demostrarme Danny con aquello.
         -Querías que lo admitiera…
         - Sí, aunque bueno, podría haber salido mal y que comenzases a sentir algo por mí, que es algo perfectamente razonable.
         -Tonto- dije dándole un pequeño puñetazo en el hombro.
         -Bueno, quizá una parte del plan si ha salido mal…
         -¿Qué parte del plan?- dirigí mi mirada a dónde estaba la suya. Dougie estaba en la barra, bebiéndose prácticamente de un trago un vaso de alcohol.
         -Creo que lo ha visto…
         -Quizá sea mejor así- dije mirando al suelo.
         -Ashley, no seas tonta, le quieres, él también a ti. Ve a por él.
         -Vale, voy. Gracias- dije y le di un beso en la mejilla antes de salir de allí hacia la barra en busca de Dougie.
         -Hola- le saludé sentándome a su lado, pero no obtuve respuesta-. ¿Qué te pasa?
         -Nada.
         -¿Cómo que nada? Quien nada no se ahoga. Estás bebiendo demasiado y no es bueno.
         -¿A quién le importa que no sea bueno?- dijo y se le notaba ya cierta borrachera. Ni aquel intento por hacerle sonreír había conseguido que sonriera ni un poco. Resoplé.
         -A mí Doug, a mí.
         -Pues no debería hacerlo. Vete con Danny, te estará esperando.
         -¿Es por eso?
         -Ya te he dicho que no es por nada, así que no me ahogaré.
         -Vale, pues me quedaré aquí bebiendo lo que tú bebas hasta que pares. Y ya sabes como me pongo cuando bebo.
         Pedí un baso de lo que estaba bebiendo él y me lo bebí todo lo rápido que pude, y así con el resto que él bebió. Ya estaba demasiado borracha, y él también, entonces fue cuando vinieron Danny, Harry y Miriam a impedir que nos tomásemos el que iba camino de ser el decimosexto vaso.
         -Venga chicos, ya es suficiente por hoy- dijo Danny mientras me cogía por los brazos para levantarme.
         -Puedo yo… sola.- dije con voz de borracha, y cuando me soltó un tacón se me fue de lado y de no ser porque me agarró me hubiese caído.
         -No, no puedes.
         -S-sí que pu-puedo- dije caminando con dificultad. Me agarró de la cintura para evitar que no cayera. Harry llevaba a Dougie agarrado como podía para que no diera de bruces en el suelo.
         Salimos por una puerta y un gran coche ya nos estaba esperando, pude ver que Tom era el conductor.
         -¿Qué tal están?- dijo cuando nos metieron en el coche a los dos juntos al lado de Miriam.
         -Y-yo estoy… bien, m-muy bien.
         -Vale, mal- dijo Tom-. ¿Qué ha pasado?
         -Luego te lo explico- dijo Danny
         Fue lo último que escuché antes de quedarme dormida sobre el hombro de Dougie.
 PD: ¡Hola de nuevo polluelos! Bueno, aquí os dejo un nuevo capítulo de este fic, que espero que os guste más, la cosa, como veis, empieza a complicarse (como debe ser que si no me queda un fic muy aburrido y no). Quería daros las gracias a mis lectoras, enserio, gracias por los comentarios, me animáis cada día más a que suba capítulo, y como os portáis tan bien conmigo con los comentarios y todo pues subo capítulo todos los días. Bueno, que luego os aburre leer toda esta parrafada que pongo al final, pero creo que deberíais saberlo, ya sabéis, si veo 3 comentarios (porque esto no va como metroblog con las manitas) subo el siguiente mañana si puedo :D (Algo que decirme @DearWeirdMaria para todos)  

martes, 24 de julio de 2012

The Heart Never Lies Capítulo 12

Capítulo 12.- Visita de una fan.

{POV Ashley}
         La tarea de sacar las cosas de mis maletas no fue precisamente sencilla. Habíamos estado a punto de besarnos otra vez, la verdad es que me hubiera encantado, pero decidía apartarme antes de que sucediera. Después de eso seguimos sacando cosas de las maletas mientras nos reíamos, pero ninguno mencionó lo sucedido.
         Cuando acabamos, que ya estaba todo perfectamente colocado, llamaron a la puerta. Salí corriendo de la habitación y pedí a Dougie que se quedara ahí. Mientras bajaba las escaleras a toda prisa vi que Tom iba hacia la puerta. Habíamos parado hace un rato para comer y mientras nosotros seguíamos sacando cosas, ellos estaban recogiendo la cocina.
         -¡Tom no abras!
         -¿Por qué no?
         -Tú vete a la cocina, ahora vamos nosotros.
         -¿Qué pasa Ashley?
         -Es una amiga mía, es fan vuestra, y no creo que lo mejor es que le abras la puerta y se desmaye. Además, es con la que nos quedaremos mañana a dormir.
         -Vale, vale, si crees que es lo mejor…- dijo y se fue hacia la cocina.
Llegué a la puerta y abrí.
         -Hola- saludé.
         -Hola- me saludó ella. Estaba nerviosa, se la notaba. Llevaba una camiseta rosa con letras negras en la que podía “Don’t wake me up”. Me acordaba de aquel día en que la vio y se la compró solo porque era un título de una canción de McFly.
         -Pasa y tranquila- dije cerrando la puerta a su espalda.
Miraba la casa completamente alucinada. Yo me reí.
         -Sígueme- dije guiándola a la cocina. Tom estaba sentado en una silla y Gio a su lado-. Tom, Gio, esta es Miriam, Miriam estos son… Bueno, ya sabes quienes son, para que voy a presentar.
         -Encantado- dijo Tom levantándose y dándola dos besos.
         -No me puedo creer que esté aquí de verdad…
         -Ventajas que tienes si eres amiga de Ashley.
         -Perdona, ventajas de tener un amigo como Tom que te deja vivir en su casa cuando cortas con tu novio.
         -¿Ya no te molesta hablar de ello?
         Sabía que eso llevaba implícitamente el tema de Dougie.
         -No hablemos de eso por favor…
         -Vale, vale. Bueno, creo que lo mejor es que vayáis a ver a Doug, no creo que esté precisamente quieto. Además, es tu cuarto.
         -Vale.
         Miriam se despidió de Gio y Tom, que la firmó una foto antes de irse, y subimos a mi habitación donde se encontraba Dougie. Cuando llegamos el rubio estaba sentado en el borde de mi cama mirando al horizonte, como lo había encontrado aquella mañana en la cocina. Miriam se tapó la boca con la mano, asombrada y entonces Dougie nos miró y sonrió. Jodida sonrisa.
         -Doug, esta es Miriam.
         Se dieron dos besos y él le firmó una foto suya. Después de un rato con él había perdido los nervios y estaba más tranquila, y casi sin querer, la conversación tomó un rumbo distinto.
         -Cuando me enteré de que estabas en rehabilitación…
         -Creo que entonces muchas chicas comenzaron a odiar a Frankie, pero no tenía por qué ser así, las relaciones avanzan y la nuestra tuvo su fin.
         -Lo sé, pero estabas tan mal… Se te veía tan deprimido…
         -Pero ya estoy mejor, y la verdad es que me alegro de que hayamos cortado- dijo y me miró, yo le miré a él y me sonrojé. Me gustaba demasiado y eso no podía ser bueno.
         -Sí, ya lo veo. Me alegro de que vuelvas a ser feliz.
         -Gracias. Bueno chicas, os dejo que tenéis trabajo que hacer.
         -Sí- dije yo y él salió por la puerta de mi habitación dejándonos solas.
         Me tumbé hacia atrás en la cama y suspiré.
         -Te gusta…
         -Demasiado, y no es bueno.
         -Y tú le gustas a él, no puedes negarlo.
         -No estoy en su cabeza así que no tengo ni idea.
         -¿No has visto como te ha mirado cuando ha dicho que se alegraba de haber corado con Frankie?
         -Sí, yo también le he mirado. Joder es que sé que no es bueno y aún así cada día paso más tiempo con él.
         -¿Qué es lo que no es bueno? ¿Doug?
         -No, enamorarme, eso es lo que no es bueno.
         -Bueno, tú piensa lo que quieras, pero os gustáis.
         -Encima esta noche tengo que ir a la fiesta con él, mañana la entrevista y…
         -Espera- me cortó-. ¿Te ha invitado a una fiesta?
         -Me ha pedido que fuera con él. Por cierto, te tengo que pedir un favor.
         -¿Cuál es?
         -En tu casa sobran habitaciones ¿no?- ella asintió- ¿Podemos quedarnos Dougie y yo mañana a dormir en tu casa? Es un favor que nos pidió Tom.

-¡Por supuesto que sí! Quiere tener la casa sola para él y Gio ¿no?
         -Sí, y bueno, pensé que no te importaría, aunque solo fuera por tener a Doug en tu casa.
         -Te hubiera dicho que sí de todos modos tonta. A ver si surge algo.
         -No va a surgir nada, ¿Podemos dejar el tema y centrarnos en la entrevista?
         -Sí- dijo ella y ambas nos pusimos manos a la obra.
         Mientras ella me contaba cosas sobre ellos yo iba elaborando las preguntas, a veces parecía que los conocía ella mejor que ellos mismos. Al final tuve una entrevista que no era ni muy larga ni muy corta, era perfecta. Se la leí a Miriam y tras darme su aprobación me ayudó a escoger que ponerme para la fiesta de esa noche.
         Me decidí por un vestido negro por encima de las rodillas, con escote palabra de honor, con unos tacones negros muy altos que no solía usar acompañados por un pequeño bolso negro.
         -Creo que voy demasiado arreglada- la dije mirándome en el espejo. Tenía el pelo ondulado y me había maquillado un poco, a pesar que no me gustaba mucho hacerlo. Además unas finas pulseras negras adornaban mi muñeca derecha.
         -Vas perfecta, cuando Doug te vea…
         -¿Qué se supone que tengo que ver?- dijo el aludido apareciendo por la puerta.
         Ya se había cambiado. Llevaba unos vaqueros negros ajustados, una camiseta blanca de manga corta con algunos dibujos y un chaleco negro encima. Ya no llevaba la cinta y llevaba su flequillo ligeramente despeinado. Estaba guapísimo sí.
         -Vaya e-estás… increíble- dijo al verme, embobado. ¿Por qué tenía que ser tan perfecto?
         -T-tú también- admití y le sonreí, para que pareciera un poco más despreocupado.
         -Bueno chicos yo… Os dejo solos- dijo Miriam
         -No, venía precisamente para hablar contigo. Tom me ha dicho que te preguntase si venías a la fiesta. Podemos llevar acompañante, y dado que Danny no tiene…
         -¿De verdad?- preguntó incrédula, él asintió.
         -¿Harry tiene pareja?- pregunté extrañada, porque no sabía nada de eso.
         -Parece ser que sí, pero no tenemos mucha idea. Así que vístete- le dijo a Miriam antes de desaparecer de allí.
         -Ahora te toca a ti prepararte- la dije volviendo a abrir el armario.
         La presté un vestido azul oscuro de tirantes que llevaba un pequeño cinturón, con unos zapatos de tacón del mismo color que el bolso, todo a juego con el cinturón rojo.
         -Estás perfecta.
         -Yo creo que me voy a echar a llorar en cualquier momento y se me va a quitar el maquillaje. No me puedo creer que esto sea posible.
         Yo me reí y juntas bajamos a esperar a los chicos para ir a la fiesta.
PD: ¡Hola de nuevo polluelos! Como veo que comentáis más y esas cosas y veo al menos 3 comentarios por día pues como podéis ver estoy subiendo todos los días. Espero que os guste este capítulo (sobretodo a @McMiriam1D , va dedicado a ti) y bueno,a partir del siguiente las cosas se van a poner más interesantes, ya veréis. Pues eso, que quiero COMENTARIOS (que ya sabéis que podéis comentar como anónimo, que son gratis y blah, blah, blah, nos os cuesta nada), y si veo 3 comentarios (que ya sé que me leéis al menos 3 personas) pues subo mañana si es posible ¿oc? Pues eso, disfrutar con el capítulo, comentar y sed buenos. Os quiere Maria la weird.(Ya sabéis, dudas, sugerencias, si os queréis que os avise y esas cosas @DearWeirdMaria )

lunes, 23 de julio de 2012

The Heart Never Lies Capítulo 11

Capítulo 11.- Favores.

         Abrí con las llaves que me había dado Tom. A pesar de la entrevista, que no era tan malo al fin y al cabo, estaba feliz por haber conseguido un trabajo.
         Miré en la cocina, era temprano, y seguramente estuvieran desayunando. Al menos uno estaba allí, con su pelo rubio envuelto con una cinta. Llevaba una taza en la mano y miraba al horizonte con expresión aburrida.
         -¡Buenos días!- dije alegre, quizá demasiado, porque le di un beso en la mejilla y me senté en una silla a su lado.
         El sonrió, una de esas sonrisas suyas que hacían sus ojos azules más pequeños.
         -Buenos días, estás muy alegre hoy ¿no?
         -Es que… ¡Me han cogido en el trabajo!
         -Vaya… Eso es estupendo.
         -Sí, por cierto, mañana tenéis una entrevista ¿no?
         -Sí, ¿cómo lo sabes?
         -Porque mi primer trabajo en entrevistaros,
         -¿Me hablas enserio?
         -Totalmente enserio. Miriam vendrá a ayudarme esta tarde, así que tendrás que conocerla.
         -Te dije que lo haría. Por cierto… Te quería pedir un favor.
         -¿Qué favor?
         -Bueno, esta noche es la fiesta, y tendré que ir, si no la gente se hará preguntas. Quería pedirte que vinieras conmigo, porque no me apetece nada ir si no vas tú.
         -¿Y la gente no se hará preguntas si voy contigo?
         -Probablemente, pero menos que si no voy. ¿Me harías ese favor?
         -Está bien, iré.
         -Gracias- dijo con otra sonrisa.
         Definitivamente iba a ser complicado, esta noche iría a la fiesta con él, mañana la entrevista, bueno, al menos ahí no estaríamos solos. ¿Qué sería lo siguiente? La respuesta estaba entrando por la cocina en esos momentos.
         -Buenos días- dijimos Dougie y yo a la vez.
         -Buenos días- dijo Tom, y se sentó en una silla a mi lado.
         -¿Sabes quién nos hará la entrevista mañana?
         -No, ¿quién?
         -Ashley.
         -¿Enserio? ¿Te han cogido?
         -Sí-contesté con una sonrisa.
         -Es fantástico.
         -Sí, así me sentiré un poco más útil.
         -Ya lo eres. Bueno chicos, quería pediros un favor.
         -¿Hoy es el día de los favores?- pregunté yo.
         -¿Cómo?
         -Nada, ¿qué necesitas?
         -Veréis, mañana quiero pedirle a Gio que se case conmigo- dijo muy bajito.
         -¡Eso es precioso!
         -Bueno, el caso es que quiero tener la casa para nosotros solos aunque solo sea mañana. Por si os podíais ir a casa de Harry, de Danny o de cualquier otra persona a dormir. Descartar mejor la opción de Danny.
         -Vale, no te preocupes, tendréis la casa para vosotros- dijo yo convencida, sabía el lugar para quedarnos. Dougie asintió.
         -Gracias chicos- dijo Tom, sonriendo con una de esas sonrisas suyas en las que no enseñaba los dientes y mostraban su hoyuelo.
         -Puedo avisar a Harry- dijo Dougie.
         -No hace falta, Miriam tiene una casa grande y creo que la sobran habitaciones, nos quedaremos a dormir ahí, no creo que ponga pegas- no si vas tú, pensé.
         -Vale, si las tiene llamo a Harry.
         -Está bien. Bueno, yo voy arriba a sacar las cosas de la maleta.
         -Vale- dijeron los dos desde la cocina mientras yo subía a mi habitación a sacar las cosas de las maletas.
{POV Dougie}
         La vi alejarse de la cocina mientras daba el último sorbo al café. Cada día me gustaba más y no lo podía evitar. Me levanté para limpiar la taza. Al menos me acompañaría esta noche a la fiesta. La verdad es que si no iba me hubiese quedado con ella en casa. No tenía mucha fe en que dijera que sí.
         -¿Vendrás a la fiesta de esta noche?- me preguntó Tom.
         -Claro.
         -¿Viene Ashley?- jodido Tom, tan inteligente como siempre.
         -¿Por qué preguntas?
         -¿Por qué no me respondes?
         -Sí, ahora respóndeme tú a mí.
         -Porque sé que si no, no hubieras venido. Me alegro de que intentes ser feliz de nuevo. Y no me digas que no, que no sientes nada por ella.
         -Seguro que tienes este tema más que hablado con los dos ¿verdad?
         -Sois mis amigos, y de momento, estáis viviendo en mi casa, y ambos por asuntos de amor. Además, os gustáis.
         -¿Te ha dicho eso ella? La conozco desde hace dos días Tom.
         -¿Y qué más da? Lo sé, pero no tardará en pasar algo entre vosotros-resoplé-. Venga, ve a ayudarla con la ropa.
         Decidí hacerle caso y subí, seguro que Tom sabía más de lo que contaba. Dí dos golpecitos en la pared cuando llegué. Estaba mirando todas las cosas colocadas en la cama con los brazos en las caderas, pensando por qué empezar primero. Cuando oyó mis golpes me miró y sonrió. Me mataba que hiciese eso, si aparte de ser preciosa le sumabas esa sonrisa perfecta… Era normal que cada día me gustase más.
         -Vengo a ayudarte, veo que tienes trabajo- dije entrando.
         -Me harías un gran favor. No sé por dónde empezar.
         En mi interior tenía unas ganas tremendas de acercarla a mí y besarla. ¿Pero que estás pensando Dougie? Aparté ese pensamiento de mi cabeza y en lugar de hacer lo que tenía pensado, cogí una bolsa grande, supuse que de ropa, y empleé esa frase que servía para ambas situaciones.
         -¿Qué tal por aquí?
         -Perfecto- y volvió a sonreír. Uff Dougie, no puedes volver a enamorarte, no te puede pasar como con Frankie. Pero parecía que aquello era imposible, parecía que no había otra forma de que esto acabase.
         Abrí la bolsa y la vacié sobre la cama, era todo ropa, y entre los dos la fuimos colocando en perchas. Cogí un sujetador negro y lo puse sobre mi pecho.
         -Esto te tendría que quedar muy bien- dije mirándola de arriba abajo, provocador. Ella se sonrojó y vino a quitármelo de las manos, pero yo me eché para atrás.
         -¡Dámelo! Eso estaba en mi montón, habíamos quedado en que no lo tocarías.
         -Creo que es un poco tarde… Si lo quieres ven a cogerlo…
         Salí corriendo y ella me siguió detrás. Se tropezó y cayó encima mía, tumbándonos a ambos en el suelo de su habitación, volvíamos a estar muy cerca, demasiado.
         -Creo que eres experta en que caigamos al suelo- dije y ella se puso roja.
         No apartábamos las miradas el uno del otro, podríamos habernos vuelto a besar, pero cuando más cerca estábamos, cogió el sujetador de mi mano y se levantó de un salto. Suspiré y me levanté detrás de ella.
         -No vuelvas a tocar mi montón- me advirtió.
         Me reí y seguimos vaciando todas sus maletas. Sí, cada día me gustaba más, y era algo que ya no podía evitar.
 PD: ¡Jelouses polluelos! Lo prometido es deuda, como tuve 3 comentarios (muchas gracias de verdad chicas) pues os subo ahora un ratito antes de comer. Espero que os guste este capítulo, seguro que más que el anterior, aunque tampoco es gran cosa y que sigais comentando, enserio, me hacéis muy feliz y subo mucho antes y así se vuestra opinión. Bueno, no tengo nada más que decir, solo que COMENTARIOS y si queréis algo ya sabéis @DearWeirdMaria a vuestra disposición :D